2/12/08

CONTAMINACIÓN LUMÍNICA


¿Dejas las luces encendidas en el resto de la casa cuando te vas a la cocina? Dejas las luces encendidas de tu habitación cuando te vas para el baño?

Lo más probable es que tu respuesta sea un sí. La verdad es que somos muy poco conscientes de la cantidad de energía lumínica que consumimos innecesariamente. Gasto que nos afecta a todos el bolsillo y repercute de manera importante en el medio ambiente causando graves daños. De igual forma, incide de manera directa en el cambio climático y en la generación de residuos. En algunos países, sobre todo en los europeos, existen leyes que regulan el tipo de iluminación que se puede usar, pero la solución pasa por una mayor educación pedagógica sobre el tema en los colegios, y la puesta en práctica de una serie de medidas que reduzcan al máximo este tipo de contaminación.

QUE ES LA CONTAMINACIÓN LUMINICA?

Se trata de una forma de contaminación, poco conocida y tenida en cuenta por la sociedad en general, pero sus efectos se pueden comparar a esos de las emisiones de humos a la atmósfera o al vertido de contaminantes en los ríos, algo que se ha asumido como un terrible ataque a la naturaleza. Pero exactamente que es lo que pasa con el exceso de luz, hacia donde se va y como podemos aprender a no desperdiciarla.



La contaminación lumínica es la emisión y reflexión hacia la atmósfera de la luz proveniente de las fuentes artificiales. Esta luz se dispersa en todas las direcciones por las partículas presentes en el aire, produciendo una disminución de la oscuridad natural del cielo nocturno. Según un estudio de la Asociación Astronómica Cántabra, en Europa se trata de un tema que se ha tenido en cuenta desde la década de los 90 y, sin duda, dentro de unos años toda la iluminación estará bien orientada. Hoy en día todavía no tenemos en cuenta que desperdiciar luz y arrojarla al cielo es tan evidente como ahora nos lo parece evitar tirar la basura en mitad de la calle.

La contaminación lumínica se produce sobre todo en las ciudades donde sus zonas habitadas, centros comerciales, corredores industriales y zonas de ocio al igual que las zonas deportivas la desperdician. En algunos países desarrollados, este tipo de contaminación se ha incrementando en las zonas rurales debido a la migración de los habitantes de las ciudades y al incremento del turismo rural.

Inclusive, muchas veces hay que alejarse varios kilómetros de las ciudades para disfrutar de un cielo verdaderamente puro, y ni así se puede escapar de estas zonas donde la iluminación está tan mal diseñada que impide ver las estrellas y se desperdicia luz que no ilumina el suelo.

EFECTOS SOBRE LA SOCIEDAD

  • Sobreconsumo de electricidad: Es un fenómeno que aparece por exceso en los niveles de iluminación, es decir, por utilizar más luz de la necesaria. Estas formas de sobreconsumo se dan por la utilización de lámparas y bombillas poco eficientes y por iluminar zonas innecesariamente.

  • Intrusión lumínica: Es la luz que se proyecta hacia arriba y penetra en el interior de las viviendas. Aunque parezca muy simple y muchas veces no nos demos cuenta, la intrusión lumínica puede ocasionar molestias a quien la sufre, ya que puede llegar a provocar alteraciones en el sueño.
  • Dispersión hacia el cielo: Hay que saber que toda la luz que no se dirija hacia el suelo, se desperdicia. Esta luz se difunde por la atmósfera, impidiendo la visión del cielo nocturno, incluso a varios kilómetros de distancia de las ciudades. Algunos estudios han demostrado que la contaminación lumínica de las ciudades desorienta a las aves migratorias que en sus viajes suelen guiarse por las estrellas y de igual manera afecta a las tortugas marinas que nacen en playas y que confunden las luces de las poblaciones costeras con las crestas de las olas, lo que les empuja a dirigirse tierra adentro y no hacia el mar.
  • Deslumbramiento: Se trata del exceso de luz en la visión, lo que puede provocar ceguera momentánea o falta de contraste nocturno. Es un efecto que afecta la seguridad vial: un conductor o peatón deslumbrado nunca verá bien. Siempre se debe iluminar hacia el suelo, no hacia los ojos de la gente.
Todo este uso excesivo de energía lumínica y electricidad, tiene importantes consecuencias que inciden directamente sobre la población. La primera de ellas es de tipo económico. Toda la luz que se envía al cielo se desperdicia, pero hay que pagarla. Además, contribuye a la generación de residuos y al aumento de la contaminación ocasionada por los residuos tóxicos de las lámparas usadas, sobre todo las de mercurio.



POSIBLES SOLUCIONES

Aunque los efectos de la contaminación lumínica sean muy negativos, puede tener solución. Como todo proceso de desarrollo sostenible, debería comenzarse con una mayor educación pedagógica sobre el tema en los colegios, con el fin de concienciar a la sociedad desde la infancia.

Solo basta con:

  • Instalar luminarias que no dirijan la luz fuera de la zona a iluminar.
  • Utilizar preferentemente lámparas de vapor de sodio.
  • Mantener un horario de apagado para la iluminación ornamental (incluyendo la Navideña).
  • Prohibir cualquier iluminación publicitaria que dirija la luz hacia el cielo.
  • Instalar reguladores de intensidad que permitan rebajar la luz en horas de mínima actividad.
  • Iluminar con la cantidad de luz necesaria, no sobre iluminar.
Imagenes de Google.com

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Para las personas interesadas en este articulo, pueden encontrar un ejemplo de este problema en el siguiente articulo.

http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=2008121000_16_529808__VALENCIA-Paradigma-derroche-farolas